¿En qué consiste el tratamiento de las arrugas con toxina botulínica?

La toxina botulínica es la sustancia que utilizamos en medicina estética para el tratamiento y prevención de las arrugas dinámicas. Estas son las líneas o arrugas de expresión que se forman en el rostro como consecuencia de un movimiento repetido del músculo. En concreto, aplicamos toxina botulínica en el entrecejo, en la frente y en las patas de gallo, es decir, en el tercio superior de la cara.

Este tratamiento se lleva a cabo infiltrando pequeñas cantidades de toxina botulínica en las zonas a tratar. El efecto que genera es una relajación del músculo que impide que se contraiga, como una pelota de goma que no puedes apretar. De esta forma, el rostro queda liso y sin arrugas al gesticular.

Ventajas de la aplicación de toxina botulínica

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  • La toxina botulínica consigue eliminar las arrugas de expresión, dando un aspecto “buena cara”.

  • Frena el desarrollo de la arruga impidiendo que acaben formándose surcos.

  • La toxina botulínica, además de tratar las arrugas, controla la producción de sebo de la piel y potencia su luminosidad.

  • Es un tratamiento indoloro, rápido y ambulatorio con el que podrás hacer vida normal desde el mismo momento de su aplicación.

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Todo sobre el tratamiento de arrugas con toxina botulínica

El tratamiento de las arrugas con toxina botulínica proporciona un aspecto natural y rejuvenecido sin cambiar la expresión o facciones del paciente. No solo lo utilizamos para eliminar arrugas en frente, entrecejo y patas de gallo, sino también para prevenir su aparición y retrasar su evolución. Es como si paralizásemos el tiempo para esa arruga, la cual continuaría su curso normal una vez dejaras de realizarte el tratamiento, sin efectos secundarios ni “rebotes”. Por lo tanto, debemos olvidarnos de la idea de que “la toxina botulínica se pone a partir de X años”, ya que, como cualquier otro tratamiento, únicamente lo pondremos si la paciente así lo requiere, tenga 25 o 35 años en su primera vez.

 

¿En qué consiste el tratamiento?

Lo primero que hacemos antes de empezar un tratamiento de arrugas con toxina botulínica es marcar con un lápiz los puntos en los que vamos a infiltrar el producto. Después limpiaremos y desinfectaremos la zona y procederemos a infiltrar el producto con una aguja muy fina sobre la frente, el entrecejo y las patas de gallo, produciendo una relajación temporal de estos músculos e impidiendo la formación de la arruga sobre la piel. El objetivo del tratamiento no es solo eliminar las arrugas y conseguir un aspecto más juvenil, sino conseguir un rostro más amable, relajado, armónico y con una mejora de la calidad de la piel.

El tratamiento tiene una duración aproximada de 10 minutos y el paciente puede hacer vida normal inmediatamente después de su realización.

 

¿Cuándo veré el resultado?

¿Alguna vez te han aplicado toxina botulínica y has pensado “esto a mí no me funciona”? ¡No te preocupes, es normal! Aunque el producto empieza a actuar inmediatamente una vez se inyecta, son necesarios unos días hasta que el organismo lo absorbe completamente. Por ello, debemos esperar un mínimo de 4 o 5 días para empezar a notar cómo nuestras arrugas desaparecen al gesticular y hasta dos semanas para ver el resultado definitivo.

Pasado este periodo, el resultado dura aproximadamente 4 meses. En IMR recomendamos repetir el tratamiento de toxina botulínica cada 6 meses para suavizar las arrugas y prevenir la aparición de otras nuevas.

 

¿Qué otros beneficios tiene el tratamiento de las arrugas con toxina botulínica?

  • El beneficio principal de tratar el tercio superior con toxina botulínica es la eliminación de arrugas, el cual suele combinarse con rellenos de ácido hialurónico si dichas arrugas ya tienen cierta profundidad.
  • Además, si aplicamos toxina botulínica en la parte superior de la zona conseguimos abrir la mirada, mejorando la expresión facial en general.
  • También regula la producción de sebo de la piel, cerrando el poro y aportando luminosidad. 
  • Es un tratamiento apto para los 365 días del año, aunque recomendamos especialmente aplicarlo justo antes del verano, ya que en esta época, por el efecto del sol en nuestros ojos, tendemos a fruncir más el ceño y potenciar el surco de la arruga.
  • Es un tratamiento muy seguro y con el que llevamos décadas trabajando. Se han registrado apenas unos pocos casos de alergias o efectos secundarios.
  • No genera “efecto rebote”. Si después de 5 años aplicando toxina de forma regular deseas finalizar el tratamiento, tus arrugas simplemente comenzarán su evolución natural.

 

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Tarifas y financiación

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